Noches de verano





Mirábamos sobre la arena las estrellas. Pasaron satélites y los compartimos con una sonrisa mientras sonaba de fondo el mar.

Quedaban estrellas y mares pendientes pero mientras compartiésemos vivencias y sonrisas no faltaba nada más. Lo demás ya llegará.

Y es que yo no necesito nada más para ser feliz a tu lado. Una cama, música y las estrellas en el techo.