- Visitas -



Decidí aceptar estas fiestas de luces antinaturales de la manera mas natural, como el calendario gregoriano y la contaminación de aguas: Haciendo lo que me sale del coño.
Quiero decir, entendiéndolas desde el principio, leyendo y escuchando distintas tradiciones culturales a lo largo de la historia.

El miércoles, sentada viendo la obra de los pequeños zanahorios sobre el origen la navidad cristiana entendí que la mayoría no sabría que los tres magos son los que a mi me dejan regalos cada cinco de enero, pero tampoco sabrían el por qué de Santa vestido de rojo, ni de las navidades impuestas sin explicación.

-¿Pero por qué no puedo comer chocolate?
-Porque Santa te está viendo y tienes que portarte bien.
-¿Pero por qué no puedo quedarme en casa si mi cuerpo me pide calma y oscuridad?
- Por que hay que celebrar, hay que juntarse, hay que sonreir, hay que, hay que, hay que.... que los reyes te están viendo! que la familia te va a crucificar!

Resulta que el solsticio de invierno se produce ahora, alargando las lunas y acortando la luz del sol. El invierno nos abraza y el descenso a la oscuridad, reflexión y crecimiento interior se acerca a nosotras para darnos fuerza y salir en primavera renovadas, preparadas para disfrutar del sol, sembrar-recoger energías y alimentos para volver a la oscuridad del invierno.

Un día, en el pasado, comencé a entender la vida por ciclos lunares, a saber que hay momentos idóneos para esto o para lo otro. Mi calendario gregoriano pasó a ser un complemento para no perder el norte, porque todo cambio lleva su aprendizaje y yo soy de las lentas.
Comprendí también que los mares que salen en la tele y en las fotos no son los que realmente hay, que están mas sucios y que es puro reflejo de nosotras mismas. Somos agua, y tal y cómo tenemos de limpia el agua terrestre así tenemos nuestros adentros. Debemos hacer el ejercicio de limpiar nuestras aguas, por dentro y por fuera.
Cuando entendí la importancia de los solsticios y los equinoccios fue cuando empecé a retroceder en el tiempo, a conocer culturas y a buscar en nuestros orígenes. Necesitaba entender y darle un valor verdadero a la palabra familia, a la cercanía, al calor humano. Vino todo de la mano. Como mujer a día de hoy celebro el descenso a la oscuridad y al frío invierno en este hemisferio y celebro mi propio descenso interior que necesita mimos, calma y de historias contadas alrededor de la chimenea. ¿que prefieren contar historias acerca de la navidad cristiana? Pues me sentaré a escucharlas, yo lo único que quiero es que suceda ese momento y ahí es cuando de verdad disfrutaré de unas fechas "tan señaladas".

Feliz solsticio de invierno.

- Confesiones en la cocina -






No sé que pasa, mamá, que últimamente no oigo cuando levantas la voz y nos avisas -reiteradamente- que es la hora de cenar y que tenemos que poner la mesa.

¿Has dejado de gritar o de hacer la cena?
Porque yo tengo hambre y no me apetece hacerme nada para cenar, seguro que ha sobrado algo de lo has preparado y no has dicho ni mú.

- Somos agua, hijas de la Tierra. Hermanas -







Una vez tuve una hermana que se creía incapaz, que no se supo mujer y corría de noche porque sus miedos la perseguían en coche.

Tampoco conocía a la luna. Contaba que la miró de lejos una noche de paso por Valencia.

Una vez tuve una hermana que aprendió a base de castigos, de miedos infundados por todo lo negativo que iba a ganar en el concurso de la tele.

Pero una vez esa hermana aprendió que eso no era más que basura en el alma, en la cabeza y en su persona.

Da la casualidad que esta vez esa hermana es mi hermana de sangre.

Pero llegó el día en el que se dio cuenta que era imposible creerse incapaz, porque el ritmo lo marca una misma y vio que no eran suyos los ojos que la juzgaban. Aprendió a aceptarse con ojos propios.

También llegó la noche en que la luna le dijo que no solo servía para salir en los cuentos de amor, que también contaba historias de mujeres que sangran vida. Que ese brillo ,que a veces se escondía, guardaba muchas historias de mujeres sabias y poderosas, de mujeres que aprendieron a saberse fuertes, como ella.
Ahí es cuando sacó sus garras y se puso a correr en la noche iluminada, como todas las mujeres lobas. Esta vez no huía, esta vez gritaba al mundo que ella también estaba ahí, empoderada.

Y luego en un momento entre el día y la noche que descubrió que no solo las demás mujeres eran sus hermanas. Supo, sin saberlo, que su hermana de sangre también lo era. Tan loba, tan fuerte y tan poderosa como ella misma, como su madre, como sus abuelas, como sus tías, como todas las mujeres. Y que tenía la respuesta a muchas de sus preguntas a pocos metros de su cama.


Y al final se paró a escuchar con otros ojos a las estrellas y se sentó a mirar todo lo que las demás mujeres le contaban sobre la vida mientras disfrutaba viviéndola.

- Botanic Gardens -


















Placer, sensibilidad, lentitud, recogimiento, silencio.












- Somos -




Bajábamos en busca del calor por las llanuras amarillas castellanas y apareció.
Era una torre alta, altísima de la que salía luz. ¡Luz! No era fuego, no era humo negro, no eran luces artificiales. Eran rayos de luz, blanca, pura.
No podía dejar de mirarlo, de imaginar, de querer llegar volando hasta allí.

- Papá, para el coche y déjame aquí. Quiero ir a descubrir la luz.

Como si fuese la torre de una población inalcanzable en nuestro presente, allí estaba. Se alzaba a lo lejos, muy muy lejos y a la vez muy muy cerca. Y giraba la cabeza según nos alejábamos. Y me dí la vuelta para mirarla desde el cristal trasero del coche.

Era incapaz -incluso con el razonamiento lógico del funcionamiento de cualquier sistema para recoger energías- de imaginar cómo funcionaba la torre que absorbía o que mandaba luz.
¿Hacia dónde?
El por qué lo tenía claro. Otra cosa no se me daría bien, pero las energías renovables fue esa asignatura de notas por encima del ocho y que más he disfrutado dentro de la cárcel a la que llamaba instituto. Y en eso se quedó.
Igual que mis ganas de trabajar en una estación depuradora de aguas.

El agua, la luz. Son elementos imprescindibles y que dentro de mi siempre han tenido un significado muy extenso y un valor incalculable. Agua, donde renuevo las energías acumuladas del invierno; Luz, que me alimenta cada día. Somos agua, somos luz.
Mi ser interno sabía de ello y un día entendí lo que me quería decir, que no era raro el querer trabajar en un sitio con olores desagradables. Nosotros somos desagradables y eso es lo que hacemos con el agua. Yo solo quería devolverla a su estado natural. Limpia.
Con esa torre de luz fue lo mismo. Como un flechazo, como una necesidad.

Sabía que existía. Siempre lo supe.

- Viajar -




La luna se esconde y mi montaña rusa desciende hacia la bruma, por fin. Un poquito de paz y de calma premenstrual.
Poco a poco se van ordenando.

Hola otoño, hola lluvia.
Es hora de tejer.

- R -





Llegué hace un ciclo lunar completo. Con la luna llena de energias brillantes.
La he visto regorda dos veces, roja como la sangre, naranja anunciando el calor, fría y grandiosa, sonriente, sigilosa, ausente...
Desde aquí nos saluda saliendo desde el mar, alumbrando al horizonte.

Desde el mar.

Desde el mar.

Desde el mar.

Desde el mar.

Desde el mar.

Desde el mar.

Desde el mar.

Desde el mar.

Desde el mar.

Desde el mar.

Desde el mar.

Desde el mar.






- I -








Jugando a ser turista.
Pero de las de definición de diccionario popular.
Y con cámara cutre.


- Las -









Si quiero meterle los pies hasta el fondo solo tengo que lanzarme volando en bici hasta caer de morros en las piedras y pasear infinito adivinando gaviotas que flotan.

Este amor no es nuevo. Mantenemos relaciones desde hace mucho tiempo. Y me gusta.

- Viva -







Vivo en un lugar del mundo donde las nubes y el sol se quieren tanto tanto que no saben separarse las unas del otro.
Tenía pendiente venir a explicarles que el amor es mucho más, y que si de verdad se quieren, pueden ser libres de marchar y regresar cuando quieran.
Creo que lo han entendido y yo, yo les sonrío sin parar.

Vivo en un lugar del mundo donde un pequeño duende de chocolate me enseña inglés, a construir legos y a reencontrar la felicidad infantil que se durmió en la playa esperando a que yo disfrutase infinitamente el verano ibérico.

Vivo en un lugar del mundo donde el mar y las montañas se saludan por encima de nuestras cabezas. Donde se comunican las sirenas desde la playa con los rugidos del interior de la tierra.

Vivo en un lugar del mundo donde puedo regar de vida el jardin, el campo, o los extremos de la calzada, donde puedo tejer sin parar porque se cena temprano y hace frío. Regando, y viviendo me tejeré entera este invierno. Seguro.

Vivo en un lugar del mundo donde siempre suena música en directo, y eso me encanta.

Donde niños rubios con grandes coloretes corren detrás de cuervos gigantes.
Donde lo más familiar es escuchar sonidos de palomas, siquiera el idioma.
Donde todo parece diferente pero en realidad no lo es. Soy yo la que igualo diferente y especial.

Vivo en un lugar del mundo donde todo es especial.

No vivo lejos, solo vivo en otro lugar del mundo.

Y soy feliz.





*Killruddery gardens, Bray. Mucho granulado, como a mi me gusta.

- Eres quien quieres -




¿Y cómo estás? Estarás nerviosa, contenta, liada...

Me limito a vivir el hoy, hoy es intenso, como ayer. Tan intenso como lo quiera hacer.

Cuando esté lejos, probablemente será tan intenso como siempre. Pero eso aún no ha llegado.

- Imagina que.... -





Me pasa, casi a diario y desde hace ya bastantes años, que cuando salgo a la calle, visito otras localidades o simplemente me desplazo a la capital lo primero que hago es andar mirando hacia arriba y lo segundo es imaginar como vivían las personas en ese mismo sitio años atrás. Lo que es un retroceder en el tiempo en toda regla.

Viajo a la tierra de los piratas y se llena mi horizonte de veleros y sirenas. De cuando los volcanes escupían lava y el mar sobrepasaba nuestras cabezas.

Monto en los caballos dirigidos por aventureras y bandoleros que cruzaban la península en busca historias.

De cuando en Madrid se vendían pavos como si fuesen periódicos, el Manzanares era un campo lleno de camisas blancas secando al sol o los coches no tenían cien caballos, porque el caballo era el coche.

Paseo por sus calles y me imagino la Cava Baja llena de mujeres con faldas amplias, bodegas, y las calles llenas de excrementos de caballos, de infantes que corren. Cuando llego a la Gran Vía y repaso sus cien años, me gusta pensarla en plena construcción o sin coches.
O con bombines y capas, pensadores y almas que viajan a la capital desde los pueblos para admirar estupefactas la vida que no tienen.

También pienso en los barrios, las montañas o los pueblos marineros, donde viven de verdad las personas que hacen que el lugar sea único. Cuando la vida se hacía en las calles, en los patios y en el río. Cuando la plaza mayor era el tele-diario pero sin tele y el mercado, y las alegrías, y las tragedias.

Me pienso divertida jugando a imaginar. No concibo la vida de otra manera.
¿Jugamos?

- Plás -



Buscaba y pensaba sin parar en ese proyecto tan mágico y divertido que vamos a llevar a cabo sin saber muy bien cómo. Me salen ideas por todos los poros y no me da para apuntarlas todas en una hoja.
Venga! enviemos, escribamos, recordemos!

Todo está enlazado:  Fotos, versos, quereres, sellos, sueños, ilusiones, amor, melodías, sonrisas y calor.

Mientras hacía esa búsqueda me he encontrado este regalo de vida.

-Ven, que te coloco el gorro, marinero.



- Azulblues -








El mar zarandeándose con fuerza deja la espumita pomposa que mi niña juguetona explota con los dedos, y mi yo salvaje grita mientras se inmiscuye en lo más privado de la conversación que tienen las olas con las sirenas.

Al fondo, las luces parpadeantes del guateque flotante de colores esperando para viajar a la profundidad más eterna de la nada. O del todo.
¿Tú qué prefieres?

- A-marte-s -
















Hace un año me tiraba de las uñas y me comía los pelos porque tenía que presentar un proyecto final para aprobar el curso. Lo hice sobre el turismo sexual.
Lo que más me interesaba era poner  de nuevo a la vista el papel de la mujer, pero la inexperiencia me la jugó y no lo hice tan bien como quería. Al menos, conseguí mi objetivo:  recordar a esas mujeres y menores de edad que son una atracción turística; y que los 8-9 profesores presentes lo tuviesen en sus cabezas durante unos minutos de exposición. Y no, a los hombres tampoco les dejé de lado, pero mi objetivo era otro.

Un año después sigo investigando el papel de la mujer a lo largo de los años, el pasado, el presente y el presente otra vez. Todas esas mujeres que hicieron, que hacen, todas esas mujeres que somos cada una de nosotras. Buscarle una razón, conocernos por dentro. Tomar una posición decente en nuestra propia vida, cuanto menos. Ser. Sentirnos. Conscientes.

Un proyecto que se convirtió en un presente constante y en una búsqueda por y para nosotras. Mujeres a través de la música, de la danza, de la fotografía, de la maternidad, de la escritura,del empoderamiento, de la lucha. Mujeres a través de sus coños y su fuerza.

Las descubro y siento como se recomponen pedacitos de mi. Somos únicas pero somos una.
Hoy: Vivian Maier. Mujer, niña, artista para ella misma.
Mi pedacito: espejos y sombras.

- Lun-es -











Me gusta desaparecer los días libres y retomar la semana descubriendo fotografías que no tienen desperdicio.
Marie Bovo y el arte de mirar hacia arriba con su trabajo "Cour intérieure".
Siempre se lo digo a los paseantes que me acompañan. Mirad hacia arriba, que os llevaréis alguna grata sorpresa.
Descubierto en Kamel mennour.

- Retrocediendo -

Toca sacar las mejores galas, coger un paraguas, el instrumento que tengas más a mano y aprender a remar. Nos montamos en el Cabaret flotante:
















































En tierra firme nací
y casi todo lo hago aquí
pero si empiezo a soñar
lo que quiero es flotar.
Por eso amo tanto
ir a la casa de campo
y por muy poco dinero 
saludo al señor barquero

Oh! Qué feliz soy
porque en la tarde de hoy
con esta gente elegante
subo al cabaret flotante
larái larái larái



Cantamos, actuamos
soñamos y ¡remamos
y este gran Cabaré
tiene hasta barca de claqué.
Sonrío, bailo
me relajo y también ¡viajo!
Y le juro que en mi barca
va a mi lado un contrabajo.



Oh! Qué feliz soy 
porque en la tarde de hoy 
con esta gente elegante 
subo al cabaret flotante

larái larái larái 
larái larái larái 
larái larái larái 
larái larái larái