- Tres -





La última vez que me lo dijeron mi sangre bailaba con las moléculas de alcohol, pero no ha sido la única vez.
Podría detenerme más en la expresión escrita, es cierto, pero los verbos acabados en -ría no son lo mío. Cuando llegan, pues llegan, pero ahora estoy demasiado entretenida con mi interior como para sentarme a escribir las mil formas de las que veo el mundo que me rodea.



- Capicúa -






Para mi cambiar de año, antes era total: nochevieja, un año nuevo, los propósitos que dejé de hacer años atrás.... Pero por dentro lo vivía de manera idílica y presente a la vez.

Hoy, soy consciente del día que es, del mes y del año, numéricamente hablando, pero no soy consciente de ningún cambio. Para mi todo sigue igual.  Aun así es divertido saber que el calendario señala que es 3 del 1 del 13 y que si lo escribes del revés, es lo mismo. Palíndromos numéricos, jeje

Quizá sea hora de cambiar algunas cosas.