Las curvas de lo onírico




Hubo un día en que lo supe, en que en las curvas veía algo más, aunque siempre me digan que hay que frenar y pitar, porque físicamente es imposible ver más allá de una curva.
Lo que aprendemos de pequeños son valores importantes, pero en mi aprendizaje no entró la doble posibilidad. Hoy igual que vivo y siento cuando estoy despierta, también lo hago y disfruto, si me apuras, cuando sueño, pero con la libertad de no tener que explicar nada a nadie. No los juzgo, solo floto espectante en cada episodio. Ahí vale todo.

Esas curvas me hacen viajar por la piel de lo onírico y no, no me hace falta pitar.

Suspiro una y otra vez de gozo cada vez que llega la hora de soñar. Qué de sensaciones bonitas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario